Este es el título de la campaña que Harper's Bazaar lleva años realizando para concientizar a sus lectoras de que no compren imitaciones de los productos de lujo. Después de leer un artículo al respecto debo decir que si un futuro se me plantea la posibilidad de hacerlo, no lo haré.
Por qué?
Porque el argumento más fuerte en contra de la compra de falsificaciones - que es la palabra correcta - no es que sea ilegal, ni el que comprarlas perjudique a las casas de lujo, sino el hecho de que los fabricantes de estas falsificaciones exploten niños, adolescentes y adultos, haciéndolos trabajar en condiciones infrahumanas.
Fabricantes que además, suelen estar vinculados con el tráfico de armas, drogas y personas.
Veamos con más profundidad de qué se trata todo esto.
"Cada vez que doy una charla acerca del negocio del lujo y llego al tema de las imitaciones siempre sucede lo mismo. Se hace un silencio total cuando empiezo a enumerar los hechos: Que se estima que casi el 7% del intercambio mundial anual - 600 mil millones de dólares - es imitado o pirateado; que se cree que las imitaciones son directamente responsables por la pérdida de más de 750 mil empleos en Estados Unidos; que todo, desde la leche para bebés hasta las medicinas son falsificadas, con resultados trágicos; que los falsificadores y los grupos criminales con los que trabajan hacen tráfico de personas, ponen a niños a trabajar y dan armas a las pandillas; y que la falsificación se usa para lavar dinero, el mismo que ha sido ligado a actos verdaderamente siniestros como el terrorismo.
Nadie dice nada, ni media palabra, cuando hablo de la redada en la que participé con la policía china en una fábrica de Guangzhou y lo que descubrimos al llegar ahí: dos docenas de niños tristes, cansados y sucios, de 8 a 14 años, haciendo bolsos falsos de Dunhill, Versace y Hugo Boss, en máquinas viejas y oxidadas. Era como una escena de Oliver Twist de Dickens, en pleno siglo XXI.
Luego leí el siguiente pasaje de mi libro "Deluxe: How Luxury Lost Its Luster " - Deluxe: Cuando el lujo perdió su esplendor - "Recuerdo entrar a una planta de ensamblaje en Tailandia hace algunos años y encontrarme con 6 ó 7 niños pequeños, todos menores de 10 años, sentados en el piso ensamblando bolsas de imitación, de piel", ... un investigador me dijo "Los dueños le rompieron las piernas a los niños y amarraron la parte inferior de sus piernas al muslo para que los huesos no sanaran. Lo hicieron porque los niños dijeron que querían salir a jugar".
La audiencia suspira. De vez en cuando también veo lágrimas. Y después siempre obtengo la misma respuesta "No tenía la menor idea" Siempre. La mayoría de los consumidores creen que comprar artículos de imitación es inofensivo, que es un crimen sin víctimas, pero no lo es."
Estas son la palabras de Dana Thomas copiadas íntegramente de la edición de Harper's Bazaar en español, de Febrero del año pasado.
Aquí llega muy atrasada la revista, pero recuerdo haberlo leído el año pasado y pensar que si tuviese un blog querría escribir al respecto, por lo que decidí hacerlo ahora.
No sé que pensaran ustedes en cuanto a las imitaciones.
Si valen la pena, si no, si prefieren tener una imitación de una original, que se ve casi igual, a no tener nada, o si nunca llevarían una por la vergüenza - ya sea secreta - de saber que es falsa, pero independientemente de eso - y de ésto se trata el artículo - lo importante es saber - como dice Dana - que la compra de falsificaciones - de cualquier tipo, no sólo de bolsos - no es inofensiva.
Porque comprándolas estamos fomentando el desarrollo de un mercado ilegal, que no se cobra solamente dinero de las grandes marcas, sino que se cobra también la vida de muchas personas.
El abuso infantil, el tráfico de personas, el terrorismo, son cosas que estamos incentivando con la compra de estas falsificaciones.
Qué sucede con internet y la venta de estas imitaciones?
Todos sabemos que encontrar imitaciones en internet es muy fácil, de hecho antes de comenzar a escribir este post encontré decenas de ellas, del modelo que quisiera a precios muy accesibles.
Pero - como es obvio - vender falsificaciones en Internet es ilegal - como lo es comercializar cualquier producto ilícito - y han habido casos en las que la Ley ha sancionado directamente a páginas de compra y venta que permitieron la venta de los mismos por parte de sus usuarios.
Entre estos casos uno de los más importantes fue el que presentó Louis Vuitton contra eBay en la corte de París en junio del año pasado.
De acuerdo con LVMH, el 90% de los artículos Dior y Louis Vuitton ofrecidos en eBay eran de imitación. Esto significa que 9 de cada 10 eran falsos!
Y la mayoría de los consumidores no tienen la menor idea.
Vuitton acusó a eBay por varios asuntos - permitir la venta de falsificaciones, permitir claves en engañosas en las que se usaba el nombre de la marca para acaparar más visitas, entre otros - que fueron probados, y La corte francesa declaró a favor del Grupo LVMH y decidiendo que eBay debía pagar 38.7 millones de euros por daños.
Otras casas de lujo como Tiffany & Co. se encuentran actualmente en juicio contra eBay por razones similares.
De modo que las grandes marcas tienen mecanismos legales que les permiten defenderse de estos abusos.
Qué pasa con la gente?
Con los niños, adolescentes y adultos que son empleados - prácticamente esclavizados - por quienes fabrican estas imitaciones.
Hay varias organizaciones internacionales avocadas a ponerle fin a esta situación, y si bien las posibilidades de sanción y control dependen completamente de la regulación vigente en cada país, sería útil recordar que si nosotros no compramos esas falsificaciones e incentivamos el comercio de las mismas, estamos ayudándolos.
Estas situaciones donde el comprador actúa como cómplice sin notarlo se dan muy a menudo.
Pasa lo mismo - por ejemplo - cuando una persona compra cosas robadas: No fue él/ella quien las robó, pero está motivando el robo dándole a quienes sí lo hicieron la posibilidad de beneficiarse del mismo, si no la tuviesen, no robarían.
Así que recuerden, comprar una falsificación es fomentar el abuso.
Concluyendo con la concientización en relación a las imitaciones, creo que sería últil tener algunos consejos para identificar una imitación.
Cuestiona el Precio.
Si es demasiado bueno para ser verdad, probablemente no sea original.
Conoce al vendedor.
Hace algunos años Gucci descubrió que Wal - Mart estaba vendiendo versiones falsas de sus bolsos. Para garantizar que tu artículo sea auténtico, comprálo en la boutique de la marca, o en un vendedor autorizado, como reconocidas tiendas departamentales.
Todo está en los detalles.
Las costuras están derechas? Está bien hecho? Las esquinas coinciden? Tiene remaches pulidos o tornillos baratos? Tiene residuos de pegamento? Si algo no se ve bien, probablemente sea falso.
Busca las marcas distintivas.
Desde los años 80 las bolsas Louis Vuitton han sido marcadas con un número de serie y un código registrados en las oficinas principales de la marca. Una bolso de cuero - piel - hermés tiene sellos que identifican al artesano que la hizo y el año en que fue hecha. Averigua los sellos distintivos de tu marca.
Revisa el logo.
Algunos falsificadores alteran un poco el logo. Un ejemplo clásico es el jugador de polo de Ralph Lauren sin el palo de polo o el cocodrilo de Lacoste viendo hacia la izquierda - falso - en lugar de hacia la derecha - original -. Aprendéte bien el logo y revísalo.
Mantente alerta de la polinización cruzada.
Los falsificadores pondrán cualquier logo en cualquier producto, como una etiqueta Prada en un bolso estilo Chanel. Asegúrate de que supuesto artículo tenga el diseño de la supuesta marca.
Conoce los artículos Vintage.
"Las tiendas de reventa establecidas toman sus precauciones para evitar vender imitaciones" dice Cameron Silver, propietaria de la tienda Decades en L.A. "Sin embargo no hay garantías. Un comprador informado debe conocer los sellos distintivos y los controles de calidad del artículo original."
Si siguen dudando pueden contactarse con la Authentics Foundation, una organización sin fines de lucro dedicada a evitar que los consumidores compren imitaciones de productos de lujo.
Gracias HB por la entrevista a Dana Thomas.